Para docentes: cómo seguir conectados con los alumnos a pesar de la distancia

Para docentes: cómo seguir conectados con los alumnos a pesar de la distancia

Sostener la conexión con tus alumnos en un entorno virtual puede ser un desafío cuando pasan los días, las semanas y los meses, y la verdad sea dicha, no estábamos del todo preparados para afrontar esta situación. A no desesperarse, repasemos algunas estrategias que pueden servirte. Al fin y al cabo hay que recordar que un aula segura, desde lo emocional, es la base de todo espacio (presencial o virtual) en donde den profundos deseos de pertenecer.

Cuando los chicos están en entornos amigables, en donde se sienten seguros y el docente hace un esfuerzo genuino por conectarse con cada uno de ellos, la energía fluye mejor. No lo olvides: sin vínculo no hay aprendizaje. Educar es sostener vínculos.

Las clases están vacías, pero la responsabilidad permanece

Consejos para que los docentes dicten clases virtuales:

Haceles sentir tu presencia. Que sepan que pensás en ellos, que los extrañás.
– Si un alumno falta o no enciende su cámara, llamalo o conectate de alguna manera. Te prometo (¡te prometo!) que el impacto de un llamado personalizado de parte tuya va a generar un cambio de actitud. Si se te “caen del barco”, asumí el desafío de subirlos nuevamente.
– Abrí la clase temprano, sorprendelos con alguna noticia o novedad, desayunen juntos, conectate desde el corazón.
Saludalos cada vez que puedas. Esto puede ser con un video de 2 minutos anunciándoles alguna novedad, resumiendo el tema de la clase anterior, o invitándolos a participar de alguna actividad especial.
– Chequeá el estado emocional de tus alumnos: dependiendo de su edad, puede ser mostrando su pulgar al inicio de la clase (pulgar para arriba estoy bien; para el medio, más o menos; para abajo, nada bien). Esto te puede dar una pista de con quiénes debés interactuar más ese día. Tal vez solo necesitan un mimo especial, o reírse un rato.
– Podés enviarles una encuesta para ver cómo van llevando la modalidad virtual. Podés pedirles que marquen con una cruz cómo están (contentos, ansiosos, tristes, cansados, aburridos, desinteresados, motivados,sobrepasados, etc), para luego explicar brevemente lo que han marcado.
– Además, pueden comentarte cómo van en relación a las clases.
Innová: intentá algo que no hayas hecho hasta ahora. ¿Alguna visita inesperada? ¿A quién podés invitar a tu clase? ¿Un escape room virtual?

Acá lo más importante es que por sobre todas las cosas, disfrutá de los encuentros. Con tantos alumnos que no tienen la posibilidad de seguir avanzando en sus estudios debido a la falta de conectividad o dispositivos móviles, aprender en un entorno virtual hoy es un lujo. Capitalizalo.


Esta nota fue modificada de una publicación del 07 de julio de 2020 en Ámbito.

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Padres, alumnos y docentes enfrentan los retos de adaptarse a la educación en línea

Padres, alumnos y docentes enfrentan los retos de adaptarse a la educación en línea

Debido a la situación actual del COVID19 y las medidas de contingencia sanitarias para frenar el efecto de la pandemia (como el cierre de oficinas y escuelas), muchos padres de familia, docentes y alumnos se encuentran tratando de adaptarse a la nueva “rutina” y los retos que implica aprender en línea. Ante esta situación, es muy importante que los padres y maestros se mantengan en constante comunicación y encuentren la mejor manera de que sus hijos continúen aprendiendo desde casa.

Padres y madres malabareando entre quehaceres laborales y familiares

La decana de la Facultad de Educación, Desempeño Humano y Salud de la Universidad de Carolina, Laura K. Reynolds, sugiere que aunque podría parecer que los padres han tomado el rol de educadores, los maestros deben seguir presentes y mantenerse conectados tanto como sea posible. La decana insta a los padres a ser pacientes y evitar disciplinar a sus hijos durante las actividades escolares, especialmente si los hijos están acostumbrados a que sus profesores usen un reforzamiento positivo, más que regaños, entendiendo que todos estamos pasando por un cambio abrupto y no queremos causar fuentes extra de miedo y ansiedad.

Una alternativa para contrarrestar ese sentimiento de inseguridad es con consistencia, por ejemplo, si antes una familia tenía una regla de cuánto tiempo los hijos podían pasar viendo la televisión, esa regla debería permanecer igual en la medida de lo posible. Así mismo la socialización es algo por incentivar, así que también se invita a los padres a permitir que sus hijos tengan videollamadas para propiciar estos espacios de interacción de los niños con sus amigos para evitar que se sientan solos, aunque sean muy pequeños y sus conversaciones no tengan mucho sentido. 

Así mismo, Reynolds insiste que los profesores deben apoyar a los padres de familia y recordarles que hay muchas formas en que sus hijos aprenden. Los niños pueden aprender mediante “juegos imaginarios, jugando libremente en el patio trasero, jugar en un fregadero lleno de agua o garabatear y dibujar”, señala Reynolds. “Cuando parece que no está sucediendo nada, los procesos cognitivos de los estudiantes están involucrados y hay un crecimiento y un aprendizaje que están sucediendo”. Es importante recordar que los niños aprenden jugando y es necesario usar la imaginación.

Más ideas de aprender jugando con Teacher Sol

Los alumnos no necesitan pasar ocho horas en la “escuela”

Si tomamos en cuenta distintos factores como la posibilidad de tener acceso a la tecnología necesaria, padres de familia ocupados trabajando desde casa, familiares enfermos y otras diversas situaciones, podremos darnos cuenta que intentar implementar un horario escolar tradicional de manera virtual puede ser imposible. Algo que tanto papás como alumnos (y la sociedad en general) deben “desaprender” en esta época es que no es lo mismo un horario virtual que uno tradicional. Además de los factores antes mencionados, el ritmo de aprendizaje a distancia es diferente, dado que la estructura de un día normal es muy diferente que cuando se está en casa y más cuando, ante la contingencia, todos los miembros de la familia tienen que convivir las 24 horas en casa.

Entonces, ¿cuánto tiempo deben dedicar los estudiantes al estudio en casa? La psiquiatra Colette Poole-Boykin aconseja que para saber cuánto tiempo debería pasar un niño concentrado en una tarea, se debe de multiplicar la edad del niño por 2 a 5 minutos, y el resultado  es la cantidad de tiempo que pueden mantenerse concentrados. Usando esta regla, la Dra. Poole-Boykin sugiere que los estudiantes de primaria deben aprender de una a dos horas al día, los de secundaria de dos a tres horas y los de bachillerato de tres a cuatro horas al día como máximo.

Dependiendo de la edad, los chicos tienen que dedicarle a sus estudios entre 1-4 horas al día

Ante todos estos cambios que estamos viviendo a nivel mundial, se vuelve aún más importante la constante comunicación y cercanía entre padres de familia, educadores, administradores y alumnos, para saber cuales son los retos que están enfrentando y cómo superarlos juntos. Pero sobre todo, es importante que tanto padres como docentes tomen en cuenta que no todo tiene que salir perfecto, que está bien tener días malos y equivocarse. Todos estamos aprendiendo en este proceso.

¿Cuáles son los principales retos a los que te has enfrentado como mamá, papá, docente o alumno?


Esta nota fue modificada de una publicación del 06 de abril de 2020 en El Observatorio de Innovación Educativa.

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